Mis Brown Red

Tratare de establecer hasta donde me sea posible como llegue a ésta familia de prietos, digo familia de prietos porque decir Brown reds me resulta un tanto presuntuoso y no quiero de ninguna manera afectar el buen nombre de ésta linea con mis aun modestos resultados.

Mi paso por la ciudad de Toluca fue muy breve pero suficiente para marcar mi vida y reafirmar mi afición como gallero, ya desde chico mi gusto por la pluma era evidente sin embargo en esta ciudad fue donde realmente conocí lo que era el gallo fino de pulgada.

Aproximadamente por el año de 1998, durante el inicio de mi vida laboral, época en la que contaba con la solvencia económica, el tiempo y la juventud, alejado de cualquier compromiso y pasatiempo que no fuera el trabajo y los buenos hábitos gracias a mi familia conservadora, decidí conocer la ciudad y todos sus escondrijos. Fue entonces cuando por azares del destino tuvimos que mudarnos con mi familia a la colonia de santa ana tlapaltitlan, una colonia con una mezcla de urbano y rural, así que fácilmente se podían haya animales de granja, entre ellos los gallos. El canto de los gallos sonaba en alguna azotea que nunca adivine a atinar, sin embargo uno de tantos días por coincidencia el portón que estaba frente a nuestro nuevo domicilio había quedado entreabierta, al pasar por la calle pude mirar de reojo al interior y descubrí con gran asombro un pollo de apromimadamente 4 meses de edad, cubierto de un majestuoso plumaje negro brillante que se paseaba en el jardín, la escena fue impactante ya que yo estaba acostumbrado a ver gallos criollos para el consumo, que aunque hermosos jamas podrían igualar a tal magnificencia, puedo con toda seguridad afirmar que mi vida de gallero se divide en un antes y después de ese momento. Mi asombro fue tal que a partir de entonces no pude dejar de pensar en ese instante, una y otra ves regresaba esa imagen a mi mente, la de aquel pollo paseándose orgulloso, con largas patas de color oscuro, seguido de un cuerpo redondo, cubierto de pluma oscura muy pegadas, continuando con un cuello grueso que sostenia en lo alto una cabeza larga y afilada con grandes ojos redondos como botones y de un oscuro intenso, yo no lo sabia pero después me entetaría que se trataba de un Brown red. Extaciado con tal imagen sentí la profunda necesidad de poseer un ave de esas.
Así transcurrieron algunos días más, por momentos olvidándome de esta imagen por asuntos familiares que angustiaban mi vida juvenil, pero de cierta manera encontré el modo de sobrevivir a ello refugiandome en esa escena y siento después de varios años que esa imagen me ayudo a sobrevivir y tener esperanza para el futuro.
Un día de tantos me decidí a tocar al portón, salió una señora muy amable, de inmediato pregunte por las aves y si éstas estaban en venta, ella con gran amabilidad me dijo que pertenecían a su esposo y que ella desconocía del tema, pero que podía encontrar a su esposo por la tarde. Ya por la tarde regrese, toque a la puerta y abrió un señor de vigote con una gran sonrisa, de inmediato me presente y le comente mis intenciones de adquirir algún pollo si estos estaban a la venta, me hizo pasar y mi sorpresa anterior quedo eclipsada, al fondo del jardín se abría un patio mayor de tierra sobre el cual estaban acomodados de manera uniforme mas de 100 rascadero con varios pollos de aproximadamente un año de edad, todos finamente descrestados, se notaba por la piel aun blanca en el lugar donde debia ir la cresta y barbillas. Me gustaron todos, habían giros, colorados, retintos y algunas gallinas sueltas, pero clave mi vista en unas aves oscuras que llamaron mi atencion, de inmediato pregunte por el precio, sin preguntar su origen y familia, aunque de nada hubiese servido ya que ni siquiera sabia que había líneas o razas. El precio me resultó elevado para un simple gallo, pero ya estaba decidido y me haría de mas de uno y de algunas gallinas a como diera lugar y como soportara mi cartera. Convenimos el precio, deje un anticipo e indique que el fin de semana estaría ahí para saldar el resto. Mucho tiempo después cuando compre algunas revistas me entere que habían líneas, así que regrese y pregunte por el origen de ellos, la primera en atenderme fue la esposa muy amable, persiviendo la posibilidad de otra venta, me comento que las aves eran carisimas, que su esposo pagaba grandes sumas por un semental, cosa que fue confirmada por el esposo quien además me comentó que las aves provenían de Tito Chapa, hasta entonces desconocido para mi. Ese día compre algunas aves mas y de manera regular lo seguí realizando.
La imagen de la foto es una muestra de esta familia, un gran campeón y padre de muchos exelentes combatientes. Estas aves permanecieron es mis manos lo suficiente para saber que habría que inyectarles sangre extra que aportara mas habilidades como velocidad, después de buscar mucho y de manera casual llegue a la expo gallo xochimilco en la cd. de Mexico donde conocí quien para mi es mi maestro gallero, quien tambien gusta de la sangre Brown red, de el obtuve un pollo prieto campeón de ese evento el cual de inmediato cruce con mis gallinas consanguíneos prietas, el resultado fue más allá de lo esperado, aves espigadas, poderosas y de corte brutal, mas veloces que las primeras pero con el mismo juego a raíz de piso. Estas no son aves prietas convencionales, voladoras y de choque, estos son calculadores, cazadores como felinos, con gran juego de piernas para salirse del ataque, muy certeros con golpes de poder, unos martillos como se definen a éste tipo de aves en filipinos.
A mi modo hice mis prietos, al estilo que a mi me gusta y seguiré trabajando en ellos mientras las condiciones así me lo permitan, no son mas ni menos que otras aves, son simplemente mis aves.

Con fraternal afecto para aquellos que les interese saber sobre el origen de mis prietos.